Hoy, los cristianos católicos celebran el primer domingo de Adviento, el primer día del nuevo año eclesiástico. En este nuevo año eclesiástico, la mayoría de los pasajes del Evangelio dominical serán del Evangelio de Lucas.
Durante el Adviento, muchas personas tienen coronas de Adviento. La tradicional corona de Adviento católica tiene 4 velas: 3 moradas y 1 rosa. El primer domingo de Adviento, encendemos uno de los morados.
En Honduras, muchas de las iglesias de nuestra parroquia tienen una corona de Adviento con velas de cuatro colores diferentes: rojo, verde, blanco y morado, cada uno con un significado diferente.
El Adviento es una temporada de “gozosa expectativa”. Aquel que estamos esperando es, por supuesto, Jesús. Durante las dos primeras semanas de Adviento, las lecturas de las Escrituras se enfocan en esperar a Jesús al final de los tiempos, y en las segundas dos semanas de Adviento, las Escrituras se enfocan en esperar que Jesús venga en Navidad como el Niño Jesús.
En la lectura del Evangelio de hoy de Lucas, por ejemplo, Jesús les recuerda a sus discípulos que estén preparados para el final de sus días. Él dice:
“Cuiden de ustedes mismos, no sea que la vida depravada, las borracheras or las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso, pues se cerrará como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Por eso estén vigilando y orando en todo momento, para que se les conceda escapar de todo lo que debe suceder y estar de pie ante el Hijo del Hombre” (Lucas 21, 34-36).