Este es Justo Flores, uno de los Delegados de la Palabra de nuestra parroquia en Malagua, una comunidad de Curarén. El nombre de la iglesia es Sagrado Corazón de Jesús.
Delegados como Justo tienen educación especial en liturgia y administración. Llevan a cabo las liturgias de la Palabra los jueves y domingos en ausencia de un sacerdote, bautizan a los bebés en peligro de muerte, visitan a los enfermos, cuidan las instalaciones físicas de la iglesia de su comunidad, se aseguran de que haya catequistas para la formación de la fe, realizan novenas después de las muertes en la comunidad, dirigir los servicios funerarios fuera de la misa, y una miríada de otras tareas. Estos hombres y mujeres son los representantes oficiales de la Iglesia Católica en sus comunidades. Sin ellos, la Iglesia en Honduras estaría en muy malas condiciones. En nuestra parroquia, San Francisco de Asís, tenemos alrededor de 87 iglesias con 4 sacerdotes, muchas de las iglesias están a 2 horas en auto. No hace falta decir que las misas en muchos de los lugares son pocas y espaciadas.