Este es un pequeño altar lateral portátil diseñado y construido por José María Ramírez, el Delegado de la Palabra de la iglesia en San Isidro, una comunidad de Curarén. Aunque José lo construyó originalmente para albergar un belén, cambia el interior para otras estaciones del año.
José María es un individuo muy creativo y ha sido Delegado durante veinticuatro años. Además de sus otras funciones, es músico de la comunidad.