El héroe misionero de esta semana es Pedro Casaldáliga, conocido en Brasil como el “obispo de los pobres”.
Pedro nació el 16 de febrero de 1928 en Balsareny, Cataluña, España y creció en la ganadería de su familia. A los nueve años ingresó en un seminario claretiano y fue ordenado sacerdote en Barcelona, España, en 1952.
- Pedro fue a Brasil como sacerdote misionero en 1968 y fue consagrado obispo en 1971.
Como obispo de Sao Féliz de Araguaia, se hizo un nombre al dedicarse a los pobres, especialmente a la población indígena que era continuamente víctima de los magnates de la tierra, mineros y madereros.
El obispo Pedro solía decir: “Si tienes dudas, ponte del lado de los pobres”. El obispo Pedro vivió un estilo de vida muy simple junto a los pobres, y fue un campeón de la teología de la liberación. Esta teología sostiene que no es “la voluntad de Dios” que las personas sean pobres, marginadas y víctimas de discriminación. Más bien, los cristianos católicos están llamados a hacer de este un mundo mejor, luchando por construir el Reino de Dios aquí en la tierra, aunque sea inferior al Reino perfeccionado en el cielo. En resumen, la teología de la liberación busca destruir todas las formas de odio, discriminación y exclusión y reemplazarlas con amor, aceptación e inclusión. Además, esta teología sostiene que los cristianos católicos debemos hacer todo lo posible para tratar a cada persona con la dignidad que merecen como hijos de Dios.
Debido a que siempre estuvo luchando por los derechos humanos de los pobres y marginados, el gobierno y otros miembros de la élite del poder brasileño a menudo lanzaban amenazas de muerte y lo perseguían para exterminarlo. Sorprendentemente, sin embargo, nunca fue martirizado.
El obispo Pedro también fue místico y poeta. De hecho, dijo una vez: “Lo que me salvó fue mi fe y mi poesía”.
El obispo Pedro Casaldáliga murió el 8 de agosto de 2020 en Batatais en el estado de Sao Paulo, Brasil.