Hoy celebramos el 5 Domingo del Tiempo Ordinario. Y en este día escuchamos a Job quien comparte su noche oscura del alma. Él dice:
“¿No es una servidumbre la vida del hombre sobre la tierra? ¿No son sus jornadas las de un asalariado? ¿Como un esclavo que suspira por la sombra, como un asalariado que espera su jornal, así me han tocado en herencia meses vacíos, me han sido asignadas noches de dolor. Al acostarme, pienso: ‘¿Cuándo me levantaré?’. Pero la noche se hace muy larga y soy presa de la inquietud hasta la aurora. Mis días corrieron más veloces que una lanzadera: al terminarse el hilo, llegaron a su fin. Recuerda que mi vida es un soplo y que mis ojos no verán más la Felicidad” (Job 7, 1-4, 6-7).
Este escrito es un retrato increíble de la depresión, una condición que afecta a muchas personas al menos en algún momento de sus vidas. La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 246.000.000 de personas en todo el mundo padecen depresión.
La depresión es una condición de salud que, si no se trata, puede disminuir radicalmente la calidad de vida de una persona y la de los demás. También, afecta la salud física y espiritual. A veces, puede provocar la muerte por suicidio.
La buena noticia es que hoy en día existen tratamientos médicos para la depresión. Si padece este trastorno, le recomiendo que busque tratamiento con su médico.