En este domingo 27 del tiempo ordinario, leemos este pasaje del Evangelio de San Marcos. Jesús dice:
“Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido” (Marcos 10, 6-9).
En la foto de arriba vemos a dos adolescentes de la comunidad de Reitoca, San Carlos, tocando la campana de la iglesia. El nombre de su iglesia es el mismo que el nombre de su comunidad, San Carlos.