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“¿Ya es Navidad?” Millones de niños en todo el mundo se hacen esa pregunta todos los días durante el Adviento, porque el Adviento parece ser interminablemente largo para ellos. La paciencia no es una virtud asociada con los niños. Para sus padres, sin embargo, el Adviento pasa muy rápido.
Si tiene una corona de Adviento católica tradicional, hoy encendería 2 velas moradas y la rosa.
Hoy, en este tercer domingo de Adviento, Santiago nos recuerda que la paciencia es, en efecto, una virtud que necesitamos como cristianos. Él dice:
“Tengan paciencia, hermanos y hermanas, hasta la venida del Señor. Miren cómo el sembrdor cosecha los preciousos productos de la tierra, que ha aguardado desde las primeras lluvias hasta las tardías. Sean también ustedes pacientes y no se desanimen, porque la venida del Señor está cerca. Hermanos: no se peleen unos con otros, y así no serán juzgados; miren que el juez está a la puerta” (Santiago 5: 7-10).
