Hoy, los cristianos católicos celebran el tercer domingo de Adviento, el domingo de la alegría. Es uno de los dos únicos domingos del año eclesiástico, cuando el celebrante puede usar vestimentas de color rosa en la Eucaristía; el otro domingo es el cuarto domingo de Cuaresma.
Si tienes una corona de Adviento católica tradicional, hoy encenderías la vela rosa (rosada) y dos moradas.
Hoy, el tema del regocijo surge alto y claro en el pasaje que tenemos de la Carta a los Filipenses. Leemos:
“Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén alegres y tengan buen trato con todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; antes bien, en toda ocasión presenten sus peticiones a Dios y junten la acción de gracias a la súplica. Y la paz de Dios, que es mayor de lo que se pueden imaginar, les guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” (Flp 4, 4-7).