Hoy es la fiesta de la Ascensión del Señor. En la selección del Evangelio de hoy de San Mateo, leemos lo que se ha dado en llamar el “mandato misionero” que Jesús dio a sus discípulos antes de ascender al cielo. Leemos:
“Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron. Acercándose, Jesús les dijo: ‘Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo'” (Mateo 28: 20-26).
Un “mandato” es un comisión, y como nos recuerda continuamente el Papa Francisco, todos los bautizados tienen este mandato misionero. Eso significa que todos nosotros estamos llamados a compartir las buenas nuevas de Jesucristo con los demás. Los padres hacen eso con sus hijos como parte de su vocación. Pero todos nosotros estamos llamados a compartir las buenas nuevas de Jesús siendo “viviendo homilías”, viviendo nuestras vidas de tal manera que otros busquen aprender nuestro “secreto”.
¿Cómo te va siendo un “vivir, caminar, homilía”?