Hoy, los cristianos católicos celebramos el 28º domingo del tiempo ordinario, y leemos del más popular de todos los Salmos, el Salmo 23. Específicamente, leemos:
El Señor es mi pastor; nada me falta;
En verdes pastos él me hace reposar.
A las aguas de Descanso me conduce,
y reconforta mi alma.
Me conduce por pasos seguros,
haciendo honor a su nombre.
Aunque pase por quebradas oscuras,
no tempo ningún mal,
porque té estás conmigo
con tu vara y tu bastón,
y verlas voy sin miedo.
La mesa has preparado para mí
frente a mis adversarios
con aceites perfumas mi cabeza
y rellanas mi copa.
Irán conmigo la dicha y tu favor
Mientras dure mi vida,
Mi mansión será la casa del Señor
Por largos, largos días (1-3a, 3b-4, 5, 6).