Hoy, los cristianos católicos celebran la fiesta de la Epifanía, o “muestra”, del Niño Jesús a los visitantes del Este. Estos visitantes, a veces llamados los Tres Reyes Magos o los Tres Reyes Magos, siguieron a una estrella que los trajo al Niño Jesús. Cuando lo encontraron, le dieron regalos de oro, incienso y mirra. Tradicionalmente, se dice que estos dones representan el reinado, la divinidad y la eventual muerte de Jesús en la cruz.
Hay muchas maneras de interpretar esta historia de la Epifanía, y en cada una de ellas podemos vislumbrar la magia de la historia. Me gusta pensar que, como los Visitantes del Este, cada uno de nosotros está llamado a seguir un sueño o estrella, y llamamos a este sueño o estrella nuestra vocación. No hay dos llamadas vocacionales idénticas, ya que cada una de ellas tiene elementos únicos en nuestra historia. Pero al seguir fielmente el sueño que el Espíritu planta en nuestras almas, somos guiados directamente a Jesús. Y eso es, después de todo, donde estamos llamados a terminar.
¿Cuál es tu sueño? ¿Cómo te va el viaje hacia su cumplimiento?
En la foto de arriba, vemos a los Tres Reyes Magos visitando nuestra parroquia hermana, el Santuario Basílica de Santa María en Wilmington, Carolina del Norte.