Hermana Mary Ruth Riconda: una ermitaña misionera de Maryknoll

octubre 6, 2023
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Elizabeth Riconda nació el 22 de septiembre de 1901 en Springfield, Massachusetts, hija de Remolina Salamano y Tranquillino Riconda, la quinta de seis hijos.  Su padre era chef en un gran hotel en Holyoke.

A la edad de cinco años, la familia se mudó a la ciudad de Nueva York.  Elizabeth asistió a escuelas públicas y se graduó de la escuela secundaria en 1919

Porque su padre quería que ella fuera maestra, para eso estudió Elizabeth.  Sin embargo, cuando su padre murió en 1918, dejando a su madre con hijos que criar sola, Elizabeth estudió mecanografía y estenografía en la ciudad de Nueva York y luego trabajó como secretaria.

Elizabeth ingresó a las Hermanas de Maryknoll el 3 de junio de 1921 y recibió el nombre de “Mary Ruth”.  Hizo sus primeros votos el 9 de abril de 1923 y fue asignada al sur de China en septiembre de ese año.  Afortunadamente para la Hna. Mary Ruth, tenía una facilidad increíble para aprender idiomas.  En Hong Kong, se desempeñó como secretaria de la superiora regional, enseñó francés e inglés a niños y enseñó clases de meditación y oración en chino.  Después de once años, Hna. Mary Ruth sintió una llamada cada vez mayor a la vida contemplativa.  Afortunadamente, las Hermanas de Maryknoll tenían esa rama.

En 1934, la Hna. Mary Ruth se unió a una comunidad contemplativa de Maryknoll.  Habría ido a unirse a una nueva comunidad contemplativa de Maryknoll en China, pero cuando los comunistas se hicieron cargo, eso se volvió imposible.

En septiembre de 1971, la Hna. Mary Ruth ingresó a la comunidad contemplativa de Maryknoll entre los navajos de Nuevo México.  Luego, a la edad de ochenta y cuatro años, la Hna. Mary Ruth se fue a Guatemala para unirse a esa comunidad contemplativa de Maryknoll entre el pueblo quiché.

La Hna. Mary Ruth se destacó por pasar horas y horas frente al Santísimo Sacramento por la mañana y por la tarde, y pasó dos años como ermitaña.

Como misionera y contemplativa, la Hna. Mary Ruth se destacó no solo por su mente aguda, sino también por su sentido del humor bien desarrollado, una cualidad que es imprescindible tanto en la vida contemplativa como misionera.

La Hna. Mary Ruth murió en Maryknoll, Nueva York el 10 de octubre de 1997.