En la lectura de hoy de la carta de San Pablo a los filipenses, leemos, en parte:
“Hermanos y hermanas: si hay algún estímulo en Cristo, algún consuelo en el amor, cualquier participación en el Espíritu, cualquier compasión y misericordia, completan mi alegría siendo de la misma mente, con el mismo amor, unidos en el corazón, pensando en uno cosa. No hagas nada por egoísmo o por vanagloria; más bien, consideren humildemente a los demás como más importantes que ustedes, cada uno mirando no por su propio interés, sino también por el de los demás “(2: 1-4).
Los temas de este escrito son la humildad y la caridad, ambas virtudes muy valoradas por Jesús. Y como todas las virtudes, se afianzan cada vez más se practican en la vida diaria.