En este Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario, escuchamos el siguiente mandato en el Antiguo Testamento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19: 18).
Estas palabras son muy familiares para los cristianos, porque son parte del mandamiento del triple amor que Jesús enseñó como fundamento de nuestras acciones. El mandamiento del triple amor nos impulsa a amar a Dios, a los demás y a nosotros mismos. A veces, sin embargo, olvidamos la tercera parte del mandamiento, el amor propio, porque está incluido en una oración junto con el amor al prójimo.
¿Cómo demuestras el amor al prójimo? ¿Cómo demuestras amor por ti mismo?
La foto es del Sagrado Corazón de Jesús pintado en una de las paredes de la Basílica de Suyapa. El corazón es un símbolo de amor.