Este cuarto domingo de Pascua a menudo se llama Domingo del Buen Pastor, porque en el pasaje del Evangelio de hoy de San Juan (10: 11-18), Jesús se llama a sí mismo “el buen pastor”.
En 1964, el Papa Pablo VI declaró que en adelante el Cuarto Domingo de Pascua sería conocido como Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Y, aunque todo ser humano tiene al menos una vocación, la celebración de hoy se centra en un aumento de las vocaciones al sacerdocio ordenado, al diaconado, a la vida religiosa, a las sociedades de vida apostólica, y a los institutos seculares. Oramos por esto en respuesta al mandato de Jesús: “Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha” (Mt 9:38 y Lc 10:2).