El Cuarto Domingo de Pascua a veces se llama Domingo del Buen Pastor. En la Iglesia Católica, celebramos este día como la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
El pasaje de las Escrituras que subyace a este día es del Evangelio de Mateo (9: 38) y Lucas (10: 2): “Ruegan, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.”
Y aunque todo ser humano tiene una o más vocaciones o “llamados” de Dios, este día se enfoca en vocaciones específicas de la Iglesia como el llamado a los ministerios ordenados (sacerdocio y diaconado); la vida consagrada en todas sus formas (vida religiosa masculina y femenina, sociedades de vida apostólica, virginidad consagrada e institutos seculares); y a la vida misionera.
2023 marca el 60 aniversario de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
Hoy es un momento increíblemente interesante para ser sacerdote, diácono permanente, hermana o hermano, porque mientras aumenta el número de católicos, el número de sacerdotes, hermanas y hermanos está disminuyendo rápidamente. Hoy en día, muchas órdenes han dejado deliberadamente de aceptar candidatos, optando simplemente por dejar de existir. Otros se están combinando con otras órdenes. Otros han dejado de existir.
Afortunadamente, sin embargo, los líderes de la Iglesia son muy conscientes de la “crisis” de las vocaciones religiosas. La gran pregunta es: ¿responderán en armonía al Espíritu Santo? Mucha gente cree que hay muchas personas llamadas al sacerdocio y al diaconado permanente, pero los líderes de la Iglesia han puesto obstáculos que les impiden servir. Serán necesarios profundos cambios de paradigma. ¿Estamos listos como “Iglesia” para responder al llamado?
En la foto de arriba, vemos a dos Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón visitando al Padre. Bob en su estudio en Reitoca, F.M., Honduras. A la izquierda Hna. Dolores Adino ya la derecha Hna. Lidia Nolasco.