En la lectura de hoy de la Primera Carta de Juan, leemos: “Hijitos míos, no amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad” (1 Juan 3: 18).
El mensaje de San Juan es tan importante hoy como lo fue en los días de la Iglesia primitiva. De hecho, hoy en los Estados Unidos incluso tenemos dichos comunes que reflejan este mensaje, como: “Camina con el ejemplo, no sólo habla con lo que hablas” y “Hablar es barato”.
Quizás haya conocido a personas que pueden “hablar lo que dicen” muy bien, pero en sus vidas fracasan estrepitosamente a la hora de estar a la altura del mensaje del que están hablando. Juan nos advierte que no caigamos en esa trampa. Si dices, por ejemplo, que eres un buen seguidor de Jesús, ¿cómo muestras bondad a tus semejantes? ¿Cómo acoger al extranjero, dar de beber al sediento, alimentar al hambriento, cuidar al enfermo, consolar al afligido, etc.?
En la foto de arriba, vemos a una mujer de la comunidad Curarén de El Anís preparando comida para las personas hambrientas que han venido a celebrar una misa en el día festivo de su iglesia, el 12 de diciembre, Nuestra Señora de Guadalupe. Ella está poniendo su fe en acción, ¡que es lo que Juan les decía a los cristianos hace más de 2000 años!