Hoy, la Iglesia Católica celebra la fiesta de San José Trabajador. La fiesta no sólo celebra a San José, sino que celebra la idea de que los trabajadores y su trabajo son nobles y deben ser tratados como tales. San José es patrón tanto del trabajo como de los trabajadores.
En el cristianismo católico, el trabajo es visto como algo hermoso, algo que hay que atesorar. Si alguna vez lo han despedido o no ha podido encontrar un trabajo que necesita desesperadamente para vivir, sabe lo valioso que es el trabajo.
Asimismo, la enseñanza social católica sostiene que, así como el trabajo es noble, aún más lo son los trabajadores. Los trabajadores, en la visión católica, merecen ser tratados con dignidad y respeto. Deberían tener un entorno laboral digno y recibir un salario justo por su trabajo. Tienen derecho a formar sindicatos y a tener voz en su trabajo. En los documentos del Vaticano II, cuando trabajamos, nos convertimos en “cocreadores con Dios”.
Nuestro desafío es respetar a las personas y su trabajo. ¿Cómo valoras tu trabajo?
En la foto de arriba vemos una estatua de San José con Jesús.