Auguste Robert Pelafigue nació en Beauçens, Francia, a unas 12 millas de Lourdes, el cuarto hijo de una familia de cinco hijos. Sus padres eran cristianos católicos devotos y, a menudo, llevaban a los niños a visitar Lourdes, lugar de una supuesta aparición mariana.
A fines de noviembre de 1889, la familia zarpó de Francia a Nueva York para comenzar una nueva vida. Se establecieron en la ciudad de habla francesa de Arnaudville, Luisiana. Allí, nació la quinta y última hija de la familia, Emilie. Debido a que Auguste tenía solo un año cuando llegó a los Estados Unidos, ese era el único país que conocería. Cuando murió, Auguste era más conocido como “Nonco”, que proviene de la palabra cajún que significa “tío”.
En 1920, cuando murió la madre de la familia, el Sr. Pelafigue dejó a sus hijos al cuidado de parientes en Luisiana y regresó a Francia.
A la edad de veinte años, Nonco se mudó a Natchitoches para asistir a la Escuela Normal del Estado y convertirse en maestra. Cuando terminó, regresó a Arnaudville para hacer su hogar, un lugar muy humilde. Amaba a los animales y tenía guineas, palomas, gallos, patos, perros, gatos y hasta un pavo real. Le encantaba mostrar a sus alumnos su “zoológico”.
Nonco también amplió su educación durante las vacaciones de verano en Lafayette en el Southwestern Louisiana Institute, ahora la Universidad de Louisiana en Lafayette.
Después de enseñar durante muchos años en escuelas públicas, Nonco comenzó a enseñar en la Escuela Católica Pequeña Flor en Arnaudville por invitación del pastor. Fue allí donde demostró su creatividad en la enseñanza, utilizando todos sus dones para servir a los demás. Por ejemplo, escribió obras de teatro y desfiles para sus alumnos, y ellos aprendieron conceptos importantes al representar las historias bíblicas y las vidas de los santos que Nonco quería que conocieran.
Nonco también es famoso por su gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús y María, madre de Jesús. Esta devoción era similar a otra famosa americana, la Sierva de Dios Julia Greeley de Colorado. La devoción de Nonco al Sagrado Corazón era tan grande que fundó la Liga del Sagrado Corazón con 1.200 miembros.
Nonco era un misionero doméstico que hacía visitas a domicilio a católicos apartados y personas enfermas. Cuando hacía sus rondas para visitar a otros, con frecuencia los autos que pasaban le ofrecían un paseo. Siempre rechazó los paseos, incluso en los días de lluvia, porque quería que su caminar fuera un sacrificio que ofrecía por las “pobres almas del purgatorio” y otras intenciones.
También se desempeñó como catequista de estudiantes católicos que asistían a escuelas públicas y asistía a misa todos los días. Nonco sirvió a su parroquia en todo lo que pudo.
Nonco murió el 6 de junio de 1977. En 2020, Nonco se convirtió en uno de los tres americanos cajún en comenzar el proceso de santidad al ser proclamado Siervo de Dios. Los otros dos recomendados para ser conocidos como Siervo de Dios son el Padre Joseph Verbis LaFleur y Charlene Richard, de 12 años.