Mañana es la víspera de Año Nuevo, un hermoso día para reflexionar sobre el año que pasó y para pensar en formas de mejorar nuestras vidas en el próximo año.
¿Qué logramos este año? ¿Cómo crecimos en sabiduría y conocimiento? ¿Cómo crecimos en fe, esperanza y caridad? ¿Cómo mostramos generosidad, humildad o paciencia? Como puede ver rápidamente, ¡la lista puede ser bastante larga!
Este año ciertamente podría llamarse el “Año de COVID-19”. El virus cambió nuestras vidas de manera dramática. Millones en todo el mundo se infectaron y cientos de miles murieron. La gente aprendió a disfrutar más de sus hogares, y muchas empresas aprendieron que no necesitaban todos los edificios de ladrillo y mortero que pensaban que necesitaban. Algunos trabajadores aprendieron a trabajar desde casa, mientras que otros quedaron desempleados. Las iglesias cerraron sus puertas a los servicios en vivo, y muchos de nosotros aprendimos sobre nuevas formas de comunicación, como en Zoom.
Este fue un año inusual para mí, también, ya que fue el primer año en memoria que mantuve mi “Resolución de Año Nuevo” en una sola cosa: comenzar un blog. Y, si estás leyendo este blog, verás que logré mi objetivo. Woo Hoo!
Para 2021, mi único objetivo será armar un volumen de "héroes misioneros", el primero de una serie. ¡El 31 de diciembre de 2021 les haré saber cómo resultó ese objetivo!
¡Así que termino este año agradeciéndole por ser parte de missionpriest.com! ¡Espero que lo hayas disfrutado y lo sigas disfrutando en el futuro!