Hoy, los cristianos católicos celebramos el Segundo Domingo de Adviento. Entonces, si tiene una corona de Adviento católica tradicional, le gustaría dos velas moradas.
En la lectura del Evangelio de hoy de Mateo (3: 1-12), se nos presenta al heraldo, o anunciador, del Mesías tan esperado. El nombre del heraldo era Juan.
San Mateo describe a Juan de esta manera: “Además de la piel que llevaba colgada de la cintura, Juan no tenía más que un manto hecho de pelo de camello. Su comida eran langostas y miel silvestre.” Mateo dice que Juan bautizaba a la gente en el río Jordán para el perdón de los pecados.
Muchas personas se sintieron atraídas por Juan y muchos pensaron que él podría ser el Mesías. Juan, sin embargo, los enderezó diciéndoles: “Yo los bautizo en el agua, y es el camino a la conversión. Pero después de mí viene uno con mucho más poder que yo – yo ni siquiera merezco llevarle las sandalias – él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego”.